Elipse de conciencia aleatoria

Diversas teorías físicas, acerca de la unificación, nos sugieren la
presencia de universos paralelos, o diversas dimensiones que por nuestra
percepción visual en tres dimensiones más el tiempo, no logramos percibirlas.

Una de ellas, trataría la dimensión de la conciencia. Nosotros, poseemos una conciencia de un cierto cuerpo, el nuestro, pero no sabemos donde se ubica.

Ya conocemos que la conciencia o saber que somos una criatura única, nace propiamente de un sistema neuronal cerebral, que nos concede tal apreciación, de distinguir distintas conciencias, distintos seres, disponer de empatía, y demás sentimientos otorgados gracias a estos complejos circuitos.

No me refiero a la capacidad de distinguirnos como seres únicos, si no a la parte que hizo que tomaramos conciencia de este cuerpo, de este tiempo, de esta cultura, de este territorio, etc. y no de otro.



Se trata de una dimensión en la que se aloja la elipse de conciencia aleatoria, la cual nos proporciona el tener conciencia de un ser o de otro.
Gira en torno a su eje, conformado por una elipse y 80 vértices englobados en él, los cuales, dotan de conciencia aleatoria, según se va generando vida.

Esa misma elipse giratoria, que gira gracias a la fuerza que le va proporcionando la energía cognitiva de los distintos seres que van falleciendo, va almacenando en su interior, distintas conciencias y energías vitales, que van convergiendo hacia los vértices del exterior, para una vez que se genere la chispa de la vida, dependiendo de donde se encuentre el vértice y el vértice del cuerpo naciente, se genere una transfusión de energía, para dotar a ese individuo de conciencia, el cual, no se sabe de antemano donde está, en que familia ha nacido, si es un virus, una bacteria, un elefante, un mosquito, una gallina, un perro, un arbol, una medusa, un alga, etc.



Este sería el modo en que se acomete tal intercambio de conciencia y ser, cuyo dilema nos hemos preguntado casi siempre, - el porqué hemos nacido con este cuerpo y no otro.
No es más que un juego de azar, probabilidad, suerte, destino, etc. cuya ruleta o elipse de conciencia no vemos, ya que pertenece como hemos dicho a otra dimensión que no tenemos facultad para ver.