¿Qué rezar?
¿Y cómo reza el papa Benedicto?
- B16: “Por supuesto que rezo siempre en primerísimo lugar a nuestro Señor, con el que tengo una relación de tantos años. Pero también invoco al Espíritu Santo. Tengo amistad con los santos, a quienes digo: ¡Ayudadme!; y la Santísima Virgen es siempre un gran punto de referencia.
Hablo con Dios, sobre todo mendigando, pero también dando gracias, o simplemente con alegría”.
El cristianismo ¿está ya agotado, pasado de moda?
¿No se podría partir de la base de que, después de dos mil años, el cristianismo simplemente se ha agotado, del mismo modo como en la historia de la civilización se agotaron también otras grandes culturas?
- B16: “Si se mira superficialmente y sólo se tiene en el campo visual el mundo occidental, podría pensarse de ese modo. Pero si se mira más a fondo se ve que el cristianismo está desplegando al mismo tiempo una creatividad totalmente nueva.
Por ejemplo, en Brasil hay nuevas eclosiones católicas, como los Heraldos del Evangelio, jóvenes llenos de entusiasmo que han reconocido a Cristo como el Hijo de Dios y lo llevan al mundo.
O bien pensemos en lo que significa la Iglesia para África. Ella es a menudo lo único que permanece entre los trastornos y destrucciones de las guerras.
Con menor nitidez pero a pesar de ello de forma inequívoca existe también aquí, en Occidente, el despertar de nuevas iniciativas católicas que vienen de dentro, de la alegría de personas jóvenes.
Tal vez el cristianismo asume hoy otro rostro. No tiene en sus manos el puesto de mando en la opinión pública del mundo: son otros los que allí gobiernan. Pero es la fuerza vital sin la cual las demás cosas no seguirían en pie. En tal sentido, soy muy optimista en cuanto a que el cristianismo se encuentra ante un nuevo dinamismo”.
¿Tiene remedio el mundo?
¿Podemos salvar todavía este planeta por nuestras propias fuerzas?
- B16: “De cualquier manera, por sus propias fuerzas el hombre no puede dominar la historia. Sólo puede ser salvado si en su corazón crecen las fuerzas morales; fuerzas que sólo pueden provenir del encuentro con Dios. En tal sentido lo necesitamos a Él, que nos ayuda a ser lo que nosotros mismos no podemos; y que nos reúne en una comunidad a la que llamamos Iglesia”.
Extraido de http://www.madrid11.com/es/camino/textos-del-papa/1253-una-pregunta
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